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Ser un gran gerente va más allá de herramientas, técnicas y dominio de MOCHA. No nos malinterpreten: ¡nos encantan las buenas herramientas! Pero creemos que tu gestión debe basarse en un enfoque integral: un conjunto de valores o principios que guíen sus acciones y decisiones.
Un enfoque claro te ayudará a navegar tanto la rutina como los imprevistos de ser gerente. Te ayudará a improvisar cuando te enfrentes a desafíos y contextos desconocidos donde no hay un manual ni una solución fácil.
Y aún más importante, para los gerentes y líderes que trabajan por la justicia social y la equidad educativa, es tener un enfoque intencional que les ayude a evitar caer en el estatus quo. Este estatus quo es un poco como mando y control, un estilo de gestión que valora la eficiencia y la productividad por encima de todo, incluyendo la diversidad, la inclusión y la pertenencia.
¿Alguna vez ha trabajado en un lugar donde te sentías como un engranaje más? Esperaban que ejecutarás las órdenes de otra persona sin poder compartir tus propias ideas ni aportar nada. O quizás has estado en un equipo donde tuviste que competir con tus compañeros por recursos y reconocimiento, incluso cuando se suponía que debían colaborar. Quizás ni siquiera sabías la importancia de tu trabajo a largo plazo ni cómo contribuye al panorama general de los objetivos de tu organización.
Eso es lo que ocurre con un enfoque de gestión de mando y control.
Pero ¿qué pasaría si tu trabajo (y el de tu equipo) fuera gratificante y agradable? ¿Qué pasaría si, aunque tu trabajo tuviera sus partes difíciles, te sintieras valorado, respetado y apoyado por tus compañeros y tu jefe (y viceversa)? Imagina un trabajo en el que no tengas ninguna duda de que tus contribuciones son significativas. Ves cómo tus esfuerzos ayudan a tu equipo y a la vez a la organización a lograr su misión. Sabes que perteneces.
En TMC, eso es lo que buscamos. Y creemos que los gerentes desempeñan un papel clave para que esta experiencia sea una realidad para tu equipo. Por eso adoptamos un enfoque de gestión diferente: conspirar y alinear.
Conspirar y Alinear
Conspirar y alinearnos significa unirnos con los miembros de nuestro equipo en ponernos de acuerdo con un propósito colectivo y estar de acuerdo sobre cómo lograrlo. Cuando conspiramos y nos alineamos, todos comprenden adónde vamos y qué papel desempeñan para lograrlo.

La palabra conspirar proviene del latín conspirare, que significa “respirar juntos”, y comparte una raíz con las palabras inspirar y aspirar. Cuando conspiramos, co-inspiramos a nuestro equipo con una visión de éxito compartida y co-elaborada. Cuando nos alineamos, nos formamos, como los pájaros se reúnen en bandadas, los bailarines se colocan en sus lugares y la gente se reúne en las marchas.
Si conspirar te suena a que podrías estar tramando algo, ¡tienes razón! Pero no nos referimos a ser sigilosos ni nefastos. Nos referimos a causar “problemas positivos”, como lo expresó el difunto representante John Lewis, para poder alterar el statu quo y promover la justicia social.
Como gerentes, consideramos a nuestro equipo como socios: personas con quienes ejercemos poder, no sobre ellas. Pero no pretendemos que las dinámicas de poder no existan; ¡todo lo contrario! El enfoque de conspirar y alinear consiste en reconocer el poder, ser honestos al respecto y ejercerlo responsablemente, por el bien del trabajo, la organización y el equipo. Este enfoque puede funcionar en todo tipo de entornos, desde estructuras jerárquicas tradicionales hasta estructuras planas o cooperativas.
Muchos de ustedes quizá ya adopten un enfoque de conspirar y alinear como gerentes. Si alguna vez han compartido ideas sobre el éxito con tu equipo, han solicitado opiniones antes de tomar una decisión importante o han aprovechado el conocimiento y la experiencia de tu equipo para resolver un problema complejo, ¡han conspirado y alineado!
Pero la gestión de mando y control es tan común que la mayoría la hemos experimentado en algún momento (y podemos recurrir a ella por defecto). Quizás tú (como muchos de nosotros) hayas adquirido algunos malos hábitos a lo largo de estas experiencias y aún estás trabajando para desaprenderlos. Sabes que hay una mejor manera, una que refleja mejor tus valores y tu compromiso con la justicia social.
Cuando redefinimos la gestión como un acto de conspiración y alineación, se abre un mundo completamente nuevo. Adquirimos una nueva comprensión de lo que significa gestionar eficazmente. Y adoptamos nuevas mentalidades y diferentes herramientas que nos ayudan a alinear nuestras prácticas de gestión con nuestros valores.
Las Tres Dimensiones de la Gestión Eficaz
Bajo el estilo de mando y control, la gestión se considera “eficaz” siempre que sea “productiva”, incluso si esa “productividad” perjudica el bienestar y la dignidad de los empleados, el bien común de la sociedad o la salud de nuestro planeta.
En cambio, bajo un enfoque de conspiración y alineación, entendemos que la gestión solo puede ser verdaderamente eficaz si tiene tres dimensiones:
Equitativo
Para que nuestro equipo obtenga el mejor rendimiento, debemos asegurarnos de que todos tus miembros tengan lo necesario para alcanzar el éxito y de que ninguno se vea afectado por impactos dispares o trato injusto debido a una identidad marginada.
Sostenible
¡No podemos permitirnos perder a nuestro equipo por agotamiento! Debemos alinearnos con nuestro equipo en una visión que sea inspiradora a largo plazo y alcanzable a corto plazo.
Resultados
Estamos aquí para lograr resultados y generar un cambio real para las personas y los movimientos que nos importan. Si apoyamos a cada miembro de nuestro equipo para que aproveche al máximo sus talentos, obtendremos resultados mucho mejores que los que podríamos lograr por nuestra cuenta.
La equidad, la sostenibilidad y los resultados son como tres hilos de una cuerda trenzada. La cuerda se debilita si se intenta separarlos. Los gerentes eficaces no tienen favoritismos; no se centran rutinariamente en una dimensión a expensas de las demás.
Las Tres Mentalidades de la Gestión Eficaz
Un enfoque de conspiración y alineación nos lleva a pensar en la gestión eficaz de tres maneras:
La Gestión es una Práctica
Como cualquier oficio o disciplina, la gestión eficaz es algo que hacemos. Y estas cosas se pueden desglosar en componentes fundamentales: habilidades y técnicas que aplicamos una y otra vez, como delegar, establecer objetivos y construir relaciones. No nos volvemos buenos en gestión solo leyendo, pensando y hablando de ello. Lo descubrimos mediante una práctica constante y rigurosa, que incluye probar, cometer errores, experimentar y (con suerte) mejorar con el tiempo.
La Gestión es un Deber
Tenemos el deber con nuestros movimientos y comunidades de obtener los mejores resultados posibles. Ya sea registrando suficientes votantes para construir poder local o mejorando las calificaciones de matemáticas de los estudiantes de 4.º grado, realizamos este trabajo porque sentimos el deber de generar un cambio real en el mundo. También tenemos el deber con los miembros de nuestro equipo de ejercer nuestro poder de forma responsable y de ser buenos administradores de su tiempo y energía. Las personas pasan gran parte de su vida en el trabajo, y la forma en que gestionamos a las personas influye en si sienten un propósito o si les da miedo volver al día siguiente.
La Gestión es un Equilibrio
Para conspirar y alinearnos eficazmente, debemos aprender a equilibrar ideas y prioridades aparentemente contrapuestas, como por ejemplo, la preocupación por un compañero agotado con la necesidad de publicar un comunicado de prensa sobre un proyecto de ley terrible, o encontrar el equilibrio entre ofrecer una orientación clara y permitir que los miembros de nuestro equipo se responsabilicen de su trabajo. El “equilibrio” no se limita a encontrar un punto medio; también puede significar alternar entre diferentes enfoques según las circunstancias (como tomarse una semana libre después de trabajar horas extra para un sprint) o basarse en dos valores diferentes a la vez para mantenerse estable (como cuidar de tu gente y comprometerse a obtener excelentes resultados).
Herramientas para poner en Práctica la Conspiración y la Alineación
Estas son las cinco herramientas más importantes que utilizamos a diario en un enfoque de gestión basado en la conspiración y la alineación:
- Esfera de control: Concentrar tu tiempo y energía únicamente en lo que puede controlar y dejar de lado lo que no.
- Puntos de elección: Desactivar el piloto automático y detenerse en cada encrucijada para considerar las implicaciones de equidad y las alternativas para las decisiones que toma.
- PTR: Aprender a distinguir entre preferencias, tradiciones y requisitos (¡y centrarse en los requisitos!).
- Hacer explícito lo implícito: Tomar las expectativas y suposiciones invisibles que tiene en la cabeza y expresarlas.
- Buscar perspectiva: Obtener la opinión de los demás, especialmente de aquellos más afectados por tus decisiones.
Preguntas para Platicar Sobre Conspiración y Alineación
Te recomendamos compartir este artículo con tus colegas gerentes y tu equipo para iniciar un diálogo sobre la práctica de conspiración y alineación en la gestión. Utiliza las siguientes preguntas como guía para la conversación:
Con Otros Gerentes
- ¿Qué aspectos de tu estilo de gestión actual se asemejan más a la conspiración y la alineación? ¿Qué aspectos se asemejan más a la orden y el control?
- ¿De qué maneras concretas podría incorporar el enfoque de conspiración y alineación a tu gestión?
- ¿Qué te impide, si acaso, implementar un buen enfoque de gestión de conspiración y alineación? (Por ejemplo: las expectativas de tu gerente, la cultura organizacional, tu detractor, viejos hábitos, etc.)
- En cuanto a las tres dimensiones de la gestión eficaz (equidad, sostenibilidad, resultados) o las tres mentalidades de la gestión eficaz (la gestión es una práctica, un deber, un equilibrio), ¿hay algún área que le resulte más difícil adoptar o aplicar? ¿Por qué?
Con tu Equipo
- Qué experiencias ha tenido con el estilo de gestión de mando y control en puestos anteriores? ¿Qué desea que sepa, como tu gerente, sobre esas experiencias y cómo le impactaron? [Pregunte si a tu equipo también le gustaría saber de ti: si es así, comparte tus experiencias y sé honesto sobre lo que aún no has aprendido].
- Me encantaría recibir tu opinión sobre mi gestión. En cuanto a buscar tu perspectiva, tener claro nuestro propósito colectivo y lograr la alineación, ¿qué estoy haciendo bien? ¿Qué podría mejorar?
- La equidad, la sostenibilidad y los resultados son como tres hilos de una cuerda trenzada que se debilitan si se intenta separarlos. Los tres son esenciales para una gestión eficaz. ¿Cómo estoy logrando, como tu gerente, equilibrar estos tres hilos? ¿En qué podría centrarme más o menos?